CONVOCA GUADALUPE A JÓVENES PARA INTEGRARSE COMO POLICÍAS Y AGENTES DE TRÁNSITO

Sala de PrensaPor monitoreo enero 16, 2022

A fin de fortalecer la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, y brindar más tranquilidad a las familias del municipio, el Gobierno municipal de Guadalupe convocó a personas de 19 a 35 años para integrarse como policías o agentes de tránsito. La Alcaldesa Cristina Díaz, acompañada del Encargado del Despacho de la Dirección del…

CONVOCA GUADALUPE A JÓVENES PARA INTEGRARSE COMO POLICÍAS Y AGENTES DE TRÁNSITO

Érase una vez un cordero muy consentido por toda una familia en especial de la hija menor. Un día adoptaron a un cachorro y cada día se ganaba más la atención por parte de la niña.

El cachorro recibía muchas palmaditas y amor por parte de todos y el cordero que se dio cuenta que ya no era el favorito, se volvió egocéntrico y egoísta. Aunque estaba bien alimentado y era bastante consentido, la familia ya casi nunca le prestaba atención.

Pretendiendo tener toda la atención de la familia, el cordero envidioso solo pensó en una cosa: si imitaba el comportamiento del perro probablemente llamaría la atención de todos de nuevo.

Un día el cordero se escapó de su corral y comenzó a comportarse como el perrito, así que se paró sobre sus 2 patas traseras y intento lamer a la pequeña niña, pero al ser más pesado que ella la tiró al suelo y se golpeó muy fuerte en la cabeza.

El padre de la niña, furioso, tomó al cordero y lo llevo a donde tenía encerrado al resto de los animales y dijo: «Torpe Cordero le hiciste daño a mi hija, debería cocinarte para que aprendas».

Archivos diarios: enero 16, 2022

CONVOCA GUADALUPE A JÓVENES PARA INTEGRARSE COMO POLICÍAS Y AGENTES DE TRÁNSITO

El cordero envidioso

Érase una vez un cordero muy consentido por toda una familia en especial de la hija menor. Un día adoptaron a un cachorro y cada día se ganaba más la atención por parte de la niña.

El cachorro recibía muchas palmaditas y amor por parte de todos y el cordero que se dio cuenta que ya no era el favorito, se volvió egocéntrico y egoísta. Aunque estaba bien alimentado y era bastante consentido, la familia ya casi nunca le prestaba atención.

Pretendiendo tener toda la atención de la familia, el cordero envidioso solo pensó en una cosa: si imitaba el comportamiento del perro probablemente llamaría la atención de todos de nuevo.

Un día el cordero se escapó de su corral y comenzó a comportarse como el perrito, así que se paró sobre sus 2 patas traseras y intento lamer a la pequeña niña, pero al ser más pesado que ella la tiró al suelo y se golpeó muy fuerte en la cabeza.

El padre de la niña, furioso, tomó al cordero y lo llevo a donde tenía encerrado al resto de los animales y dijo: «Torpe Cordero le hiciste daño a mi hija, debería cocinarte para que aprendas».