Municipios Competitivos

La estrategia de Municipios Competitivos, es una iniciativa impulsada por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) cuyo objetivo primordial es promover la mejora regulatoria a nivel municipal e incrementar el compromiso del empresariado local para la participación y cumplimiento normativo.

En esta página podrás leer el contenido del memorándum de entendimiento y conocer los compromisos que el municipio adquirió en materia de mejora regulatoria a partir de su incorporación en esta iniciativa.

Dicho programa abarca las siguientes áreas de intervención:

Reingeniería Regulatoria: Regulaciones de Alto Impacto y Modelo de Inspecciones.

Catálogo Nacional de Regulaciones, Trámites y Servicios (CNARTyS): Registro de Trámites y Servicios, Registro de Regulaciones, Registro de Inspecciones e Inspectores y Protesta Ciudadana.

Asistencia Técnica: Análisis de Impacto Regulatorio (AIR), Ventanilla de Construcción Simplificada (VECS)
y cursos de capacitación.

Érase una vez un cordero muy consentido por toda una familia en especial de la hija menor. Un día adoptaron a un cachorro y cada día se ganaba más la atención por parte de la niña.

El cachorro recibía muchas palmaditas y amor por parte de todos y el cordero que se dio cuenta que ya no era el favorito, se volvió egocéntrico y egoísta. Aunque estaba bien alimentado y era bastante consentido, la familia ya casi nunca le prestaba atención.

Pretendiendo tener toda la atención de la familia, el cordero envidioso solo pensó en una cosa: si imitaba el comportamiento del perro probablemente llamaría la atención de todos de nuevo.

Un día el cordero se escapó de su corral y comenzó a comportarse como el perrito, así que se paró sobre sus 2 patas traseras y intento lamer a la pequeña niña, pero al ser más pesado que ella la tiró al suelo y se golpeó muy fuerte en la cabeza.

El padre de la niña, furioso, tomó al cordero y lo llevo a donde tenía encerrado al resto de los animales y dijo: «Torpe Cordero le hiciste daño a mi hija, debería cocinarte para que aprendas».

El cordero envidioso

Érase una vez un cordero muy consentido por toda una familia en especial de la hija menor. Un día adoptaron a un cachorro y cada día se ganaba más la atención por parte de la niña.

El cachorro recibía muchas palmaditas y amor por parte de todos y el cordero que se dio cuenta que ya no era el favorito, se volvió egocéntrico y egoísta. Aunque estaba bien alimentado y era bastante consentido, la familia ya casi nunca le prestaba atención.

Pretendiendo tener toda la atención de la familia, el cordero envidioso solo pensó en una cosa: si imitaba el comportamiento del perro probablemente llamaría la atención de todos de nuevo.

Un día el cordero se escapó de su corral y comenzó a comportarse como el perrito, así que se paró sobre sus 2 patas traseras y intento lamer a la pequeña niña, pero al ser más pesado que ella la tiró al suelo y se golpeó muy fuerte en la cabeza.

El padre de la niña, furioso, tomó al cordero y lo llevo a donde tenía encerrado al resto de los animales y dijo: «Torpe Cordero le hiciste daño a mi hija, debería cocinarte para que aprendas».