RECONOCE CRISTINA DÍAZ A MÉDICOS EN SU DÍA

Por su desempeño a favor de la vida, médicos que laboran en distintas áreas municipales, fueron reconocidos por la Alcaldesa de Guadalupe, Cristina Díaz.

A manera de celebración del Día del Médico, Díaz Salazar entregó un incentivo económico a los galenos que prestan sus servicios en el Sistema DIF, Clínica Municipal, Dirección de Salud y en la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.

Fueron 11 doctores que durante 15 y hasta 23 años han desempeñado su labor en beneficio de las familias de Guadalupe.

“La vocación humanista de los médicos que trabajan en el Municipio de Guadalupe, es sin duda un factor importante para que desempeñen con profesionalismo esta profesión, felicidades por ello”, expresó la Presidenta Municipal.

Agradeció el compromiso del personal médico, al prevenir enfermedades, realizar diagnósticos oportunos y brindar tratamientos adecuados a quienes los requieren.

Destacó el trabajo del personal de la Clínica Municipal, donde las familias de los servidores públicos reciben la atención médica necesaria.

Díaz Salazar estuvo acompañada por Alejandro Espinoza, Secretario de Finanzas y Tesorería; Jorge Reyes, Director de Salud Pública; Alejandro Moreno, Director de la Clínica Médica Municipal; Silvia Muzquiz, coordinadora de calidad de la Clínica Médica Municipal y Emilio Rodríguez, director de la Cruz Verde.

Érase una vez un cordero muy consentido por toda una familia en especial de la hija menor. Un día adoptaron a un cachorro y cada día se ganaba más la atención por parte de la niña.

El cachorro recibía muchas palmaditas y amor por parte de todos y el cordero que se dio cuenta que ya no era el favorito, se volvió egocéntrico y egoísta. Aunque estaba bien alimentado y era bastante consentido, la familia ya casi nunca le prestaba atención.

Pretendiendo tener toda la atención de la familia, el cordero envidioso solo pensó en una cosa: si imitaba el comportamiento del perro probablemente llamaría la atención de todos de nuevo.

Un día el cordero se escapó de su corral y comenzó a comportarse como el perrito, así que se paró sobre sus 2 patas traseras y intento lamer a la pequeña niña, pero al ser más pesado que ella la tiró al suelo y se golpeó muy fuerte en la cabeza.

El padre de la niña, furioso, tomó al cordero y lo llevo a donde tenía encerrado al resto de los animales y dijo: «Torpe Cordero le hiciste daño a mi hija, debería cocinarte para que aprendas».